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Detectar y resolver problemas de velocidad lectora en niños. Segunda parte

Detectar y resolver problemas de velocidad lectora. Segunda parte
Detectar y resolver problemas de velocidad lectora
Como os había comentado en una entrada anterior sobre este tema (ver aquí), existen una serie de malos hábitos lectores que afectan tanto a la comprensión como a la velocidad lectora.

Manteniéndonos centrados en este último concepto (velocidad lectora), me gustaría compartir con vosotros algunas recomendaciones adicionales para que podáis detectar y corregir malos hábitos lectores en vuestros niños:

No se leen todas las palabras pero cuidado con inventárselas. El cerebro no necesita juntar letras en sílabas y sílabas en palabras para entenderlas cuando las leemos; el cerebro funciona de una manera mucho más rápida y por eso puede interpretar y anticipar palabras que se están leyendo. Al leer en silencio nuestro cerebro no procesa realmente los el / la / tus /de... simplemente los entiende de manera abstracta.


Lo mismo pasa con palabras largas y cargadas de más significado: las anticipa. A muchos niños les pasa que se inventan las palabras cuando leen en voz alta, eso es que anticipan qué palabra puede ser en cuanto su cerebro detecta las primeras letras (o ni siquiera entonces sino antes, por contexto). Del mismo modo que hay que evitar que se produzca la relectura continua, hay que evitar el mal hábito de dejarse llevar sistemáticamente por la anticipación. Pensad que el joven cerebro de los niños tiene almacenadas pocas palabras, así que cuando ellos anticipan la lectura solo recurren a esas pocas palabras, lo que lleva a que comentan muchos errores de lectura y comprensión.

En la lectura no se aplica el dicho “lento pero seguro, la lentitud en la lectura no solo no asegura una mejor comprensión lectora, sino que la entorpece. Pero no os dejéis caer en la idea equivocada de que los niños tienen que leer muy rápido. Lo cierto es que los niños tienen que leer bien, con un alto grado de comprensión lectora y sin malos hábitos que dificultan la comprensión y ralentizan la lectura. A saber:


  • leer bien = con un control alto de la mecánica de la lectura
  • con un alto grado de comprensión lectora =entendiendo lo que leen de manera global
  • sin malos hábitos = eliminando las prácticas erróneas que he mencionado arriba
La velocidad lectora llega con la práctica y eliminando los malos hábitos lectores.

Una última recomendación (de momento) que os hago en este tema es que recurráis a los expertos cuando creáis que vuestro niño tiene alguna dificultad lectora. Médicos y pedagogos, por una parte, para descartar o solucionar (en su caso) problemas de mayor calado. Profesores y bibliotecarios para eliminar los malos hábitos lectores, potenciar el gusto por la lectura de los niños, la seguridad en ellos mismos cuando leen e ir mejorando su comprensión y velocidad lectora. 

Más trucos para mejorar la relación entre niños y biblioteca (o libros) en la sección Escuela de padres y Biblioteca


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